Me encanta que llueva. Me gusta el agua cuando cae suavemente sobre los cuerpos nerviosos en las calles, y me gusta también cuando cae violentamente sobre ellos, casi pisándolos.
Adoro mirar por la ventana y ver como las gotas caen, se enamoran, se unen, como algunas rehúyen de las demás y como otras, indecisas y miedosas, tardan en resbalar por el cristal.
Me gusta su música tierna, las notas dulces y no tan dulces, a veces, sobre el asfalto y los coches, sobre los árboles y sus hojas.
Siento que con la lluvia muere la calle para todos y se acerca más a mí, y lo siento como el inicio de un espectáculo privado, dedicado sólo a aquellos que están dispuestos a disfrutar de sus formas.
Sí, me encanta que llueva.
Campdevànol, maig 2011. |
(Escrito el 12 de noviembre de 2008)