Empezaba a sentir que su mundo se desmoronaba y se echó a llorar. Temía acabar siendo alguien débil incapaz de superar los obstáculos del camino y eso la convertía en alguien aún más vulnerable. Le vinieron a la cabeza imágenes del pasado, imágenes atemporales, indeterminadas, indefinidas, imágenes borrosas que le producían cierta felicidad. Pero su ánimo se perdió en un río de nostalgia, arrepentimiento, impotencia y rabia. No entendía cómo era posible que las cosas terminaran tan rápido, sin dejar apenas rastro, sin dejar una esencia palpable para el resto de la eternidad. Sentía que no tenía nada entre las manos, que todo se iba irremediablemente con el viento, con el tiempo, con cada segundo que avanzaba en el reloj. Había soltado el timón, había perdido el control. Un caballo sin riendas, un tren sin vía, un avión sin piloto destinado a estrellarse en cualquier desierto.
Mercè Cama, 22 de octubre de 2007.
Y ella sin brújula.
3 comentaris:
es necesario perder el timón, no? es necesario perderse, es necesario sentirse débil para poder seguir haciéndose más fuerte, es necesario perder el control y tener que 'destruirlo' todo, necesario para ejercer el derecho a empezar de nuevo :)
M'agrada aquest tipus de dibuix.
Dibuixes com escrius. (La crítica es bona)
^^
Si no es perd el rumb, mai es critica, es jutja o es sent la necessitat de canviar. De manera que, mai s'arriba a apreciar alguna cosa de debò, perquè no hi ha matissos amb què comparar-ho. Perdre's cal més del que creiem.
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