diumenge, 30 de novembre del 2014

La raíz cuadrada de dos



Quiero morderte el futuro, llenarte los días de huecos, descalzar tus sueños, palparte los deseos. Para soñarme contigo, para que me despiertes la risa, para dormirme en tu ombligo. Quiero reñir al sol por salirse de la raya pintando el día, por secuestrar a la luna fusilada y moribunda, y a la lluvia por romper el silencio de tu sonrisa. Quiero recalcular la raíz cuadrada de dos, la primera irracional, progenitora del único positivo real, la del descenso infinito. Para descubrir, al fin, que el resultado es esa taquicardia arrítmica que se crea entre tu cuerpo y el mío al separarse durante uno coma cuatro segundos, justo antes de volverse a encontrar.